Sin embargo la persona amada no llega, un atardecer más que se iba y con él las esperanzas de que estuvieran juntos, mientras el aire, las flores, el cantar de las aves, el golpear del agua contra las piedras de aquel arroyo que pasaba cerca de su casa la acompañaban, no era suficiente para llenar el vacío que éste le provocaba por la desilusión de esperar, y regresa a su hogar.
Ella era hermosa, pero la opacaba la tristeza que sentía, ya que era el reflejo de su corazón marchito, sus ojos no tenían el brillo que suelen tener todas, lucía un tanto demacrada.
Recordaba a diario la promesa de aquel hombre que la ilusionó y prometió regresar por ella, antes de esto su corazón era libre y siempre sonriente, la gente le decía que no valía la pena estar así por un hombre, pero ella no había entregado su amor y esa era la primera vez.
Así pasaron más días y su amor por él y el ensueño de que regresará se fueron muriendo, una tarde el sol resplandeciente más que los anteriores le anunciaron un cambio, su enamorado no volvió, su alma y su corazón recupero la alegría que ya no tenia y así dijo: todo es tan hermoso pero lo seria mas si tu estuvieras a mi lado.
Delia Rojas
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