Esto fue lo que escuché en una de las ponencias de la semana de sociología, hasta ese momento estaba de acuerdo con lo que se nos planteaba, sin embargo llamó mi atención una parte en la que se decía “nos imponen una modelo de educación de otros países que, en nuestro país no funciona” es inevitable no afirmar esto. Sin embargo, el modelo que implementan para liberarnos de esta opresión es también un modelo que surge en otros países, que si bien no me parece “malo” si un poco “lejano” y no por el argumento que se da de él, sino por la poca disposición que se tiene en nuestro país.
Nosotros, y sin denigrar a nadie, no hacemos más que quejarnos de lo que vivimos, siempre vamos a la crítica y nunca al acto. Si bien en el país hay una buena cantidad de personas intentando buscar soluciones, como en éste caso, la mayor parte de la población prefiere quedarse sentado y que los demás hagan algo por ellos.
La poca disposición que tenemos y el poco compromiso que hemos demostrado tener, hace que los sueños de estos individuos que intentan dar una solución al pueblo mexicano se vean degradados y un tanto utópicos.
El ponente dijo algo muy interesantes, habló acerca de dos palabras que el llamo “claves y esenciales” para el logro de su objetivo: sinceridad y confianza. Son como él lo dijo, puntos importantes que se deben tomar en cuenta para lograr un buen por venir, es confiando en el otro y no defraudándonos en la hora de hacerlo como el pueblo podría salir adelante por sus propios medios.
Marisela de Jesús Zárate Ramírez
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