martes, 28 de mayo de 2013

Mujer jaguar

¿Cómo llegue a este punto?, no sé si quiero arrojarme de este puente, ese chico me mira desesperado, no sabe qué hacer, solo puedo mirar el miedo en su rostro y sus lágrimas caer, no soporte más, desistí y me senté a llorar, el se acerca a mí cautelosamente, no sabe qué decir, lo miro y le digo:

-Por favor escúchame, dime que hacer, ella me ha vuelto loco.

El no me contesta, pero me mira con interés, y es entonces cuando comienzo a relatarle mi historia.

Su nombre es Camila, estudia conmigo, se siente a la orilla de la ventana, enfrente del escritorio del profesor, tiene un cabello castaño largo ondulado, unos hermosos cafés que me vuelven loco, y un lunar junto a la boca que me ínsita a comerla.

Nunca antes le había prestado atención, pero esa noche lluviosa estaba ella sentada junto al árbol que te lleva a la montaña, todo era borroso por la lluvia excepto su rostro, ese lo distinguí muy bien, me acerque para hacerle platica pero ella comenzó a correr, la seguí, aun no sé porque lo hice, llegamos a unos arbustos y le dije:

-¿Estás bien?

- ¡Y porque no habría de estarlo!

-Su voz era perfecta, me envolvió en esas 6 palabras, su mirada retadora me hacia acercarme cada vez más a ella, yo era como una felino asechando a su presa, y ella era como un cordero inocente y sin escapatoria.

No sé qué fue lo que me paso, o mejor dicho, que fue lo que ínsito a realizar esto… Me abalancé sobre ella y literalmente devoré su boca, ella no me retiro y comenzó a besarme como si el mundo fuese a terminar, poco a poco mis manos parecían conocer su cuerpo, y como una bestia comencé a desgarrar su vestido, sus piernas eran largas y torneadas como las de un jaguar, lo que posee detrás no podía ser descrito, es maravilloso, su cintura parecía haber sido tallada a mano, su rostro me provocaba querer despojarla de todo placer que haya tenido o que tendría en un futuro.

La mire una vez más a los ojos, ella mordía sus labios, estaba tan excitada como yo, probé su feminidad y comprobé que no hay mujer igual a ella.

Llegue a un punto en el que ya no pude más, mi placer estallo, bese su frente, tome su mano y me recosté a un lado, me quede dormido, desperté cuando las gotas de rocio tocaron mi cara, la busque y ya no estaba a mi lado, tome mi ropa y corrí a buscarla, había desaparecido.

Los siguientes días tenía la esperanza de encontrarla en la escuela, pero parecía que la tierra se la había tragado, me estaba volviendo loco, necesitaba sentirla una vez más, regrese al lugar donde comenzó todo, me solté a llorar, la necesitaba conmigo, a mi lado, esa chica me había enamorado.

De pronto sentí una mirada, voltee, era un jaguar, me asuste y Salí corriendo del lugar, tropecé y el jaguar me había acorralado, lo mire fijamente a los ojos y pude percatar sus ojos, eran cafés igual que los de los de Camila, le dije: Mujer Jaguar aléjate, si he de morir será mi decisión y por amor a ella.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, se acerco cariñosamente a mí, lamio mis manos y salió huyendo, camine horas bajo la lluvia y pude descubrir que ese Jaguar era la misma chica con la cual la noche pasé, tenía miedo, no sabía qué hacer, fue por eso que decidí arrojarme de este puente y borrar todo mi dolor, y conmigo llevarme este amor.

Soy un cobarde amigo no lo logre, y ahora ella está enfrente de nosotros, nos mira, no sé qué hacer… Esta noche puede ocurrir lo que sea, pero lo que pase espero que sea con ella.

-Lo único que debes hacer es regresar al lugar donde comenzó todo. Eso es lo que deberías hacer.

Eduy Susana García Rodríguez.

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