Mientras tanto los esbirros de aquel malvado barón, encontraron su torso lleno de flores y perplejos lo subieron a sus botes. Remando regresaron al castillo, emocionados por traerle buenas noticias al barón.
Pero la cabeza seguía rodando y rodando, él ya estaba mareado. Del final del túnel se encontraba un gusano quien sin inmutarse devoró la cabeza de nuestro héroe, y así parecía que esto había acabado.
Es una lástima que aquello era el inicio de otro capítulo, ya que encontró en su angustia un nuevo paraíso en donde animales peludos y sobretodo parlanchines recogieron su cabeza. La tejieron a un cuerpo de peluche, aunque él lamentaba el no poder comerse las uñas mas.
Uno de los animales locos le habló sobre un peligro en esas tierras y su prometida llegada. Hablando le contaba la leyenda. Lo llevaban caminando por un bosque lleno de cosas interesantes. No había agua sino aire en donde podían caminar y los arboles eran inmensos y frondosos; además habían más animales pequeños sobre ellos pero no podían hablar. Pasando ese raro bosque llegaron a una llanura, lugar en el que osos de gomita y osos de peluche se preparaban para una pugna de dimensiones desconocidas. ¡Traían tanques de guerra que disparaban paletas!Las criaturas de ensueño poseían un montonal de armas graciosas: espadas de madera, arcos de ligas, catapultas de cucharas y bayonetas de felpa con marionetas como líderes.
Nuestro héroe se encontraba en medio del campo de batalla, en el fragor del combate y parado justamente en donde los grandes ejércitos chocarían irremediablemente en una guerra desconocida.
La aldea le pidió que detuviera esa guerra que estaba consumiendo su sueño utópico. Así que sin dudarlo nadó por los aires con unas tijeras y cortó los hilos de las pobres marionetas. Quienes indefensas sólo cayeron al suelo y no pudieron seguir dando órdenes.
Los soldados de ambos mandos no supieron que hacer sin sus líderes y cesaron el fuego a la par que nuestro héroe ponía un vidrio en medio. En ese momento se observaron y se dieron cuenta de que eran idénticos, simplemente unos eran de goma y otros de peluche.
A la tarde siguiente, se reunieron los comandantes Gomita y Pelushe con el héroe y los demás salvadores del agujero. Él les comentaba de un enemigo mayor. El malvado barón.
Este grandioso enemigo quería destruir los sueños y la imaginación.
Sin ninguna objeción, los nuevos aliados ahora preparaban el asalto a Oceánica.
En Oceánica el barón estaba completamente enfadado. Él sabía que el estar decapitado no podría detener a su némesis, sobre todo con una pista; su cuerpo no paraba de bailar en el cuarto de tortura.
Se levantó del trono y le dio un cachetadón a su coronel. Fue a revisar su arma de creación masiva “La realidad 4000”, ya no era mas un prototipo y con ella quería acabar con la fantasía restante en oceánica. Sólo faltan unos preparativos, con la huida del líder alegre no podrán hacer nada las tropas enemigas.
-Así que al amanecer activar nuestra arma y acaben con todos esos ingenuos. Exclamó el Barón.
Los pobladores restantes de Oceánica estaban sin esperanza, su líder desapareció y sus fuerzas de combate ya no eran lo que antaño habían sido. Los delfines necesitaban comida y ya no podían seguir nadando, los camarones ya ni siquiera se podían dejar llevar por la corriente y sobre todo, las truchas se negaban a salir al combate.
¡Pero no todo está perdido! dijo el sargento bacalao. Tenemos que implantar una resistencia y pelear por sobrevivir, después enviaremos a un grupo de plancton a destruir el arma.
Del agujero de gusano salieron burbujas y de repente el agua se fue escapando por aquel obeso animal, después de que se terminó el agua. Salieron los ejércitos de goma y de peluche listos a enfrentar a sus nuevos enemigos. Los aldeanos armados con una que otra fabula salieron también y junto a ellos salió el decapitado muñeco, todos listos a emprender la marcha hacia el castillo del barón. A su paso, los ejércitos liberadores le daban autonomía a los sueños para convocar nuevos aliados. Ya era entonces la legión fantástica, todo tipo de creaturas jamás imaginadas y seres de diferentes ingredientes marchaban juntos con el solo fin de defender la imaginación.
El coronel los vio marchar desde el castillo e informo al Barón sobre el inminente ataque, él sentado en su trono no se alarmo pues faltaba 1 milenio para el amanecer y les tomaría mas llegar a sus puertas.
Rápidamente se organizó una armada defensiva en el castillo y el pelotón del coronel fue a empezar los preparativos para el arma de creación masiva de su gran señor. Sin embrago ya se podían escuchar los rugidos de las ametralladoras a lo lejos.
El héroe grito: !Denle de comer a las ametralladoras que tienen hambre!
Ya estaban atacando el castillo, los malvados se veían abrumados por el ataque de la legión. Algunos se rendían y otros se dormían, al poco tiempo llegaron a la sala del trono, el héroe y sus mejores osos se acercaron cautelosamente al conde de la creación, armados con uno que otro cuento.
-Vaya hermanito, después de todo has derrotado mi armada y escalaste con los cadáveres de tus aliados y enemigos pero déjame decirte que ya es muy tarde. La realidad 4000 está a punto de ser disparada y ya no hay nada que pueda detenerla.- Riendo decía el Barón.
Dentro del cuartel de disparo ya faltaban unos cuantos ingredientes en la fórmula del arma.
Los soldados apresurados e ignorantes cumplían las órdenes del gran general:
-¡Traigan más ingenuidad, un poco de neurosis y egoísmo también!
-¡Oye tu soldado raso! Trae también un poco de arrogancia, ¿y el cabo? ¿Dónde están los últimos pedazos de corazón de Oceánica? Necesitamos destruirlos aquí también.-
-Eso es todo lo que había en el costal del odio ya no hay más señor.
El barón y el héroe seguían hablando:
-Con esto se acabaran tú y tus inmaduros sueños, jamás aprendiste que vivir en un mundo de fantasía es un completo error. ¡Ignorante!-
-No lo hagas barón, si lo haces destruirás todo lo que amas de Oceánica-
-¿Todo lo que amo de Oceánica?, si lo único que no amo aquí eres tu así que no corro ningún riesgo estúpido. ¡Coronel dispara el arma !-
El coronel dudándolo, le ordenó a sus hombres que inicien la secuencia de lanzamiento. Pero se negaron sus hombres y se arrodillaron para que por favor no lo hicieran.
Lamentablemente el coronel temblando movió la manija y con ella se activaba La realidad 4000
-¡Nooooooooooooo!, grito el héroe.-
Todo se puso en blanco, y en una inmensa ráfaga de clímax de pensamiento, todo desapareció. Toda Oceánica se había ido para siempre.
¡Oye despierta! Ya es hora de ir a la escuela.
Despertó José en su cama. Observando la tierra.
Escucho un susurro y el héroe le dijo:
"No te preocupes José, ignora el error del barón. El destruyo oceánica y esta era sólo un sueño. ¡Un gran sueño! Pero tu todas las noches y días, tienes la oportunidad de darle una nueva posibilidad y crearnos de nuevo. Tu vida es un sueño así que hazla lo más fantástica posible"
José solo fue a desayunar, pensando en lo que había visto en sus sueños.
Cabrera Molina Alan Daniel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario