En Grecia encontramos a los primeros pensadores que encuentran una forma de responder a estas interrogantes, puesto que ellos buscaban una forma de justificar sus creencias en el dios del lugar en que habitaban y tenían que persuadir de alguna manera a los demás de que su sistema de creencias era válido. Los primeros en lograr desarrollar este método fueron los llamados sofistas, quienes decían que el conocimiento se construye de la misma manera en que un pintor hace un retrato de la realidad sobre un lienzo ellos representan la realidad por medio de argumentos, ya que sería imposible que alguien realmente posea todo ese conocimiento, además caen en un relativismo absoluto, porque al igual que en los pintores que cada uno posee un estilo y un dominio técnico diferente los filósofos explicaban la realidad de diferente manera. Después de estos llego Sócrates, quien revoluciono la forma en la que se creía que se construía el conocimiento, su método era preguntar y hacerles caer en una contradicción, en caso que la respuesta no sea válida, y así llegar a parir una idea que correspondiera con el objeto.
Algunos de los sofistas afirmaban que “la verdad de las cosas varían según el lugar y el momento en que se encuentran”, que no existe una verdad absoluta y que esa idea nunca estará de acuerdo con el objeto puesto que cada hombre posee un criterio de verdad diferente y que existe una razón por la cual cada uno llega a creer en lo que cree y a saber lo que sabe. Es decir que el hombre es la medida de todas las cosas. Este enunciado también lo encontramos en Sócrates cuando adopta la frase del oráculo de Delfos conócete a ti mismo, porque supone que nadie puede saber nada del mundo si no sabe nada de sí mismo, pero para Sócrates no existe el relativismo, y lo afirma diciendo ¿cómo encontrar una virtud fuera de tu casa cuando no sabes cómo es una virtud en tu propia casa? A diferencia de los sofistas Sócrates se da cuenta que cada objeto posee alguna característica que lo hacer ser ese objeto y su método proponía llegar a esa característica esencial que lo diferencia de los demás y que lo hace único.
La duda es la forma en que Sócrates considera que se puede llegar a conocer las cosas, pero no la simple duda, si no esa forma tan peculiar con la que se busca encontrar la verdad, pues el ser humano siempre se ha hecho preguntas y no por eso podía construir un conocimiento.
Saguilan Vásquez Alan Manuel
No hay comentarios:
Publicar un comentario