LA CALENDA

Son las cinco de la tarde y el sonido de una cámara de cohetones ha hecho retumbar el cielo, mientras que la comunidad de Santo Domingo Barrio Bajo se prepara para el inicio de una celebración característica de los valles de Oaxaca. Por las calles del pueblo ha comenzado a transitar un río de gente llena de algarabía y felicidad. La mayordomía 2013 ha dado inicio y en la víspera del día mayor ha iniciado la calenda.

La banda de música contratada para la ocasión no deja de tocar con fuerza. La tambora, las trompetas y la tuba se mezclan en un sonido ensordecedor para entonar canciones de moda porque el pueblo está de fiesta. Las calles lucen adornadas con festón de colores y las puertas de las casas se abren de par en par para recibir gustosas a todos los asistentes.

Al frente del grupo van los coheteros, quienes se encargan de romper el cielo con los juegos pirotécnicos que lanzan al aire en cada esquina. Inmediatamente después va el grupo de ex mayordomos que dirige el convite, le sigue la banda tocando con fuerza; atrás va la multitud festiva compuesta por mujeres, hombres, niños y ancianos.

Las chinas oaxaqueñas no podían faltar. En cada casa bailan al ritmo que toca la banda, demuestran su fervor religioso representado en sus canastas florales. Al término de cada melodía reciben obsequios por parte del dueño de la casa mientras la banda toca una diana. Las marmotas y los monos de calenda bailan y dan vueltas en señal de júbilo.

En momentos inesperados ocurre una lluvia de dulces. Las personas se amontonan para recoger todo lo que sea comestible, hay empujones y jaloneos, pero también hay risas. Hay que mantener los ojos abiertos, en cualquier momento alguna marmota descontrolada puede golpearte con sus enormes brazos.

Una gigantesca nube ha cubierto el cielo, al tiempo que un relámpago ilumina el atardecer. Ha comenzado una lluvia torrencial que ha hecho correr a muchas personas, pero la fiesta sigue. El mayordomo reparte mezcal para entrar en calor. La calenda continua su rumbo a pesar de andar entre los charcos de agua.

La mayordomía ha comenzado a cobrar dimensiones extraordinarias. Ser mayordomo implica la responsabilidad de realizar la fiesta para todo el pueblo. Hoy se ha iniciado con la fiesta grande. Después de la calenda se dirigen a la casa del mayordomo para la cena y después a la quema del castillo de luces pirotécnicas. La calenda ha cumplido con su cometido y el pueblo entero se ha integrado a esta celebración que permite la unión fraterna de toda la comunidad.

Daniel Osorio