En los periódicos y los noticieros hemos podido observar,
que en muchas poblaciones de todo el país, al no creer ya en la seguridad que
los gobiernos municipal, estatal o federal ofrecieron en sus candidaturas, han
decidido tomar las riendas por su propia cuenta, es decir, ya no acuden a la
policía a que les haga justicia, sino que los ciudadanos son quienes deciden
los castigos para los rateros, vándalos, violadores, etc.
En varias comunidades se han
agrupado policías comunitarias, con el fin de proteger de los delincuentes a
sus vecinos, y por consiguiente a toda su familia.
La propia Amnistía Internacional, en
sus graficas, ha mostrado que hubo unos 150 mil individuos desplazados, por los
problemas del narcotráfico, el ajuste de cuentas y por tanta inseguridad.
También en poblaciones, en nuestra
entidad, como San Antonio de la Cal, Santa María Atzompa y otros, han
presenciado en carne propia, cómo la delincuencia ha sobrepasado la supuesta
seguridad, que hasta los mismos habitantes de estos lugares han tenido que
actuar con mano dura en contra de rateros, asaltantes y cholos.
A estos amantes de lo ajeno los han
atado a un poste de luz eléctrica para quemarlos vivos, o les han disparado, o
han montado guardias para que no salgan de la cárcel, etc.
Tal vez no son los
métodos correctos, pero creo que la gente ha comenzado a actuar de manera
conjunta para hacer cosas benéficas para todos y para salir del bache en el que
estamos hoy en día.
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