Es un yacimiento arqueológico mesoamericano ubicado en el municipio de Santiago Suchilquitongo, a 30 kilómetros de la ciudad de Oaxaca de Juárez., este sitio arqueológico recibe localmente el nombre de Cerro de la Campana, porque se cree que en algún lugar del sitio se encuentra una campana de oro. Sin embargo geográficamente se le asigna al sitio el nombre de Cerro de la Cantera por los yacimientos cantera rosada. Esta cantera es de alta calidad y se usa para acabados finos en construcciones modernas.
Según estudios de Enrique Méndez, este sitio fue desarrollado aproximadamente 1000 años a.c, formando un núcleo social debidamente estructurado, con una conformación social, territorio y debidas formas de gobierno, en el año 300 o 400 d.C., conformando así el asiento de lo que fue el gran señorío de guijazoo, los edificios donde radicaban los poderes de guijazoo forman la figura de una herradura, que queda entre los pueblos de San Pablo Huitzo hacia el norte y Santiago Suchilquitongo hacia el sur.
En este pueblo, en el cerro de la campana se ubica la tumba número 5. En 1985 fue motivo de controversia entre autoridades y pueblos de Santiago Suchilquitongo y san Pablo Huitzo, quienes se disputaban la propiedad del territorio donde se ubica la joya arqueológica. Tanto como Huitzo y Suchilquitongo tienen cada cual un cerro llamado Cerro de la Campana, el Cerro de la Campana que se ubica en el lado de san Pablo Huitzo, es conocido como El Mogote de la Cueva de la Vieja.
El complejo arquitectónico se ubica en la cima del cerro a una altura de 150 metros, tiene una posición excepcional, en días claros otorga una vista de hasta cuarenta kilómetros. Este sitio prehispánico va más allá de los límites actuales y cubre los municipios de San Pablo Huitzo y de Santiago Suchilquitongo. El sitio se compone de tres conjuntos arquitectónicos alrededor de los cuales la población actual se desarrolló, al más antiguo se
le denomina Barrio del Rosario, otro más en Huitzo es conocido como La Cueva de la Vieja y por último el Cerro de la Campana en el municipio de Suchilquitongo.
En 1985 se descubrió la Tumba 5 en el Edificio 1. Esta tumba es contemporánea con la Tumba 105 de Monte Albán, es probablemente el elemento funerario más bello en Oaxaca. La tumba está localizada bajo el mencionado edificio a 6.5 metros de profundidad, nivel similar al que tiene el piso del Patio Hundido en el centro del conjunto.1
La tumba de Huijazoo data del período clásico de la cultura zapoteca (650-900 a. C.). En el sitio hay una explanada formada por tres montículos. La de en medio es la pirámide principal, con una Cruz de piedra en la parte superior donde la gente del pueblo venera a su santo patrón cada año.
La tumba se encuentra a una profundidad de 6.5 metros. La entrada fue bloqueada por una piedra grande que se ha quitado. Sobre el dintel hay una máscara cubierta de estuco trabajada en alto relieve, que se dice que es el rostro de una serpiente con mandíbulas abiertas, de la cual emerge el rostro de un pájaro rojo con ojos grandes.
En seguida hay dos antecámaras: la primera se compone de dos nichos estrechos donde hay algunos diseños de un color rojo anaranjado, pero se han perdido la mayoría de los diseños; la segunda antecámara consta de dos nichos con tres paredes policromáticas, que representan a diversas figuras humanas.
En el interior de la tumba se encontraron varias urnas de arcilla y recipientes, así como los restos esqueléticos de un hombre joven. El tejado puntiagudo es hecho de grandes bloques de piedra, y los espacios entre estos rellenos con pequeñas piedras y tierra. El tipo de piedra usada para hacer la tumba puede encontrarse cerca del sitio y sigue siendo utilizada por los habitantes locales para la construcción.
La Tumba número cinco está cerrada al público debido a la fragilidad de las pinturas contenidas dentro. Sólo se puede entrar con permiso del INAH. La tumba está bloqueada y sellada en este momento. Se cuenta con registro fotográfico del interior de la tumba y las pinturas son probablemente las mejor conservadas en Mesoamérica.
Santiago Espinoza José Raúl
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