lunes, 10 de junio de 2013

Sin título.

Y es así que, cuando oigo tu nombre, sigo teniendo ese sentimiento como si miles de cuchillos afilados atravesaran mi estómago, como si un fuerte viento soplara arena dentro de mis ojos, como si mi corazón estuviera tratando de escapar. Cuando veo tu cara, sigo sintiendo cosas. Cosas como arrepentimiento, dolor y pánico.
Realmente deseo que nunca más tenga que verte de nuevo…



Tania Díaz Ramírez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario