lunes, 10 de junio de 2013

Educando con el ejemplo.

Vivimos en un país en donde, bien se puede aplicar aquella frase de “la supervivencia del más apto” o la de “el que no tranza, no avanza”, y es que es una realidad, el ser humano al tener necesidades, buscará la manera de satisfacerlas y muy probable es que busque la manera más fácil y cómoda que pueda realizar, y llámese esto al robar, matar, engañar, extorsionar, etc. Pero hay gente que hace esto de una manera “elegante” por así decirlo (políticos, gente de una buena posición social, empresarios importantes, etc.) y estos al estar a la mira de toda una población se harán acreedores al papel de “personas inspiradoras”, personas que son lo que cualquier ciudadano promedio quisiera ser para así solucionar sus problemas, pero la gran desventaja es que, este “ciudadano promedio” no cuenta con los recursos suficientes para hacer lo que los “adinerados” hacen y es por eso la sobrepoblación de las prisiones del país.
En lo personal, me gustó mucho la forma en que el autor aborda estos temas, y más el de “Los alumnos” ya que al referirse de niños en desventaja a otros niños, a niños pobres e indefensos que cambian (a la fuerza) su infancia por trabajo para sobrevivir, es hablar de un tema que no es para nada ficticio y que desgraciadamente ocurre en el mundo y que aunque haya organizaciones encargadas para el resguardo e integridad de los derechos de los infantes del mundo, no deja de existir. Pero hay otro problema, lo que el autor llama “ciberniños”, aquellos niños que sólo conocen el mundo cibernético, qué rara vez juegan con un objeto materializado y de los cuales, sus padres se sienten orgullosos porque “le saben mucho a eso de la tecnología” pero no se dan cuenta que esos niños, en algún momento necesitaran del mundo real, que cuando no lleguen a tener aquellos privilegios sentirán un vacío interno que, probablemente, llenen con drogas u otros vicios.
Dicen que los niños son el futuro del país, del mundo. Pues bien, con niños que mueren de hambre, con niños abandonados que mueren en las calles víctimas de la delincuencia, con niños que son explotados laboral o sexualmente, con niños que crecerán en un mundo alterno a la realidad, con esa idea, no creo que sea un futuro muy agradable.
Por otro lado, tenemos a la publicidad que, en este mundo, ha tenido un gran impacto que lejos de ser favorable resulta ser desfavorable. Favorable para aquellos que gozan de lujos y riquezas, desfavorable para aquellos que tienen la mente vacía y que se dejan manipular por la publicidad (especialmente por los medios televisivos) y esta gente viene siendo la de bajos recursos que se dejan llevar por “promesas” que jamás se cumplen y los encierran en un mundo en donde la pobreza nunca dejará de ser pobreza. La publicidad crea monopolios que no dejan avanzar a las personas que quieran superarse. El mundo está hecho para aquellos que tienen los recursos para vivir cómodamente y no para aquellos que quieran sobrevivir. Mientras unos les dan lujos a sus mascotas y despilfarran el dinero como si no hubiera un mañana, en el sur del país, así como del continente americano y sobre todo en África, la gente muere de hambre o de enfermedades curables.

Tania Díaz Ramírez.

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