Me gusta estar aquí jugando con hadas, pequeñas criaturas que cuidan de lo que me llena de dicha, esto tan bueno que he construido. Cree un lugar hermoso a base de miedos, esos son sus cimientos; las grandes cosas se construyen enterando primero fracasos, una vez aprendidos hay que seguir haciendo que sirvan de algo.
Haré más de esos intentos no importa en lo que resulten, mi creación no tiene termino, no me interesa no volver a equivocarme.
Tengo una laguna en donde ahogar mis miedos, un jardín sólo de lirios que abono con recuerdos de personas que se fueron, un gran roble enraizado en dudas, una huerta de frutos rojos sembrada con el dolor de viejas heridas, enredaderas que se aferran a sueños caídos... Jardín de tulipanes para amores sentimentales, orquídeas diversas para amistades traicioneras, sembré verduras para algunos momentos de angustia, el sauce guarda momentos... aquellos momentos de los que huí.
Es amplio el lugar, lleno de hadas que me cuentan cómo están, estrellas aún con luz de día, la luna no está sola, aquí ella puede ver directo al sol... Las nubes dulces no le impiden que deje salir su resplandor. Lluvia toda la madrugada, frío en grandes temporadas, árboles y más árboles que arrojan ramas con nuevas esperanzas.
Inmensurable tranquilidad, desgarre de vidas pasadas, juegos nuevos y caídas que atan. Puedes venir cuando quieras, sabes que por mi encantada. Ven, hay que enraizarnos en estas tierras fértiles de alegría, convirtamos nuestras búsquedas en un solo encuentro, en una eternidad juntos mirando cómo este mundo crece y florece.
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