lunes, 10 de junio de 2013

Mi demonio

¿Quién eres tú? Por qué entras a sueños que no te pertenecen, por qué ínsitas a ilusiones fantásticas con el pretexto de hacer feliz a un alma solitaria. ¡No mientas! sólo quieres alimentar tu ego, obtener otra hazañas en tus conquistas, como lo has hechos sobre cuerpos y almas, robándoles energías y que dejándolos inertes, por complacerte.
A mí no me engañes, estás jugando con esa podre alma moribunda, ¿por qué la has traído a la vida? Si ella me ha contado; su preferencia por vagar en senderos sombríos y sin rumbo, con el ánimo cabizbajo, evitando a personas que perturben su agonía. ¿He de considerarte un demonio o un ángel? por hacer que esa alma, mi querida amiga, hoy me diga que quiere sentir dolor sincero y no lamentos, que está dispuesta a luchar contra su conciencia y darle vida a su cuerpo.
Ahora, su cuerpo se levanta ya no quieres estar al domino de su mente, sino que busca unirse a ella, para encontrar toda la gama de sentimientos existentes. Para mi eres un demonio. Por qué te has llevado sus pensamientos a una extraña tierra del cual nunca he sido participe, donde se habla de tranquilidad.
Gustaba de pasar tiempo completo conmigo y actualmente me ha abandonado. Aquellos últimos instantes cuando estábamos en el mismo plano de razón, me susurró; que te has llevado su esencia impregnada en aquel corto beso, tan profundo que expandió su locura. Eres tal cruel, sólo piensas en ti y en tus deseos, la has traído a la vida, ya te aprovechas de su energía o ¿Es acaso que ella lo está disfrutando?
Ya no he de mentir más, te reclamo a ti, porque yo soy esa conciencia que había peleado contra el cuerpo. Y en estos momentos están tan unidos que no persigo realidad coherente, sólo me has dejado un alma confusa, que camina entre las calles divagando, pero ese andar ya no es gris, hoy se pinta de vida, de colores, de risas infinitas con las que andaré en este mundo
Tú, el mejor de mis demonios, esto no significa que viviremos como un solo ente, no estaré en disposición de ser tu alimento, no permitiré ser un cuerpo y alma más de tu gran arrogancia, porque ese fue tu fin desde un principio. Has hecho de mí un humano más consciente, con todos los defectos que eso implique. En nuestro grandioso destino nos toca separarnos, así que, ve y asedia a más presas con las que puedas ser el vencedor, Por el contrario, Yo no buscaré ganar, sólo disfrutaré este nuevo comienzo y llevaré cada suspiro tuyo que recreo mi ser.

Karla Vázquez.

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