Ha de ser sólo cosa de comprender, buscar el motivo por el cual estas así, lo encuentres o no hay que sonreír... ¿Qué sería de mí si cada que tengo la mirada fija, dejase que se mantuviera así? Desvío miradas para no enfrentar verdades, grito para no decir realidades, sonrío para que mis lágrimas no salgan, no es que esté mal pero, son tan sagradas que las guardo para disfrutarlas con mi soledad.
Me consuelo cada noche viendo al cielo, pensando en que por muchas nubes que haya, siempre habrá estrellas en él... Las tristezas más felices las vivo en casa, entre cuatro paredes junto a una gran ventana... Cuando llueve aumenta la alegría, tanto que de mis ojos brota agua... Silenciosa y escalofriante baja hasta mis labios que la retienen para luego hidratarlos, secos de tantas desveladas, ojos cansados y grandes ojeras...
Escapo por el espejo en donde se refleja el intento por no ceder ante este mundo, salgo huyendo y tratando de callar las voces que me gritan todo lo que no quiero escuchar. Ya no quiero intentar descansar, tampoco buscar seres de plástico, quiero encontrar persona que quieran dejar escapar la humanidad de su corazón. Sabrán que el metal sólo nos lo han impuesto, quieren impedirnos amar.
Extiendo los brazos cansados de esta carga que llaman karma, estoy segura que se trata de él, si digo que creo que existe no lo hago deseando que les llegue, no deseo eso. Es que la vivo, me está cobrando sueños rotos, corazones estrujados, lágrimas de rabia, sensación de humillación... No me hace sentir orgullo.
Ahora tengo que resistir y gozar de lo que la vida me trae, si bien hay ocasiones en las que siento las rodillas temblar, sé que mis tobillos siguen en su lugar, que voy a luchar porque cada momento sea el mejor, jamás olvidar a los demás, gritar fuerte por ellos y no en su contra, tender mi mano para que vayamos de lado y no escalar pisoteando...
Se lo que es amar, lo que es dolor y no concibo la idea de que ustedes lo han olvidado y que actúan sin pensar en cuanto es que pueden llegar a dañar... No tengo ganas de seguir preguntándome qué será de este mundo, ¡ya no! Ahora es tiempo de amar, de sonreír y de ya no herir... Tal vez así mañana el karma venga y sonriamos juntos.
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