lunes, 10 de junio de 2013

EL LIO

Viaani Coral Mendoza López
Y desde aquel este día te fuiste de mi, te alejaste sin que yo pudiese detenerte, fue inevitable tu partida, por un momento pensé que lo que ocurría era solo una cruel broma de mis pensamientos, pero no, al volver la cabeza ya no estabas, y dentro de mi todo se derrumbaba.
Recordar tus ojos me hace daño, no puedo dejar de arrepentirme de las veces en que no aproveche tu compañía, tus pláticas, cada abrazo, cada palabra. Me quema el alma saber que no correspondí a tantas cosas que con tanto amor me brindaste, me da rabia saber que ahora no existe manera de demostraste que pudo ser mejor estando juntos. Este remordimiento me ha cobrado noches enteras de insomnio, días completos de reflexiones que desde este momento hacia delante sus frutos son tan inútiles.
Trato de reconfortarme justificando cada trato mal correspondido, pero no puedo creerme esta mentira, yo tuve la culpa de que te fueras de mi lado, mi mala comprensión de cada situación me hizo perderte, y ahora ya no queda nada.
Comprendo tu partida, sin embargo me gustaría que me regalaras mas valentía para esta situación. Déjame decirte que no encuentro la salida para este lio, quisiera salir corriendo a buscarte y encontrar en esos lindos ojos la cura a mi penar. Necesito con toda el alma una palabra tuya, un abrazo que me haga sentir que estas conmigo y que jamás te iras, quiero verte otra vez entrar en esta puerta, donde dejabas en cada visita tu lindo aroma, donde tu risa iluminaba cada esquina de este espacio, quiero que regreses te quedes conmigo y jamás me dejes.
No quiero imaginar nada mas sin ti, me basta este presente para morir y sentir como cada que pienso en ti, mi corazón late de desesperación, se siente vacío mi pecho, percibo tan huecos mis pasos, mi mirada ya no tiene luz, mi sonrisa es mentirosa y muy cruel.
Tengo ganas de gritar hasta desgarrarme la garganta, necesito irme de aquí ya no puedo mas. He planeado ir a un lugar solitario para sacar todo este dolor, para poder derrumbarme completamente y así dejar de sufrir por lo menos un poco a lo estoy inevitablemente condenada.
Olvidarte se me hace imposible, cada minuto recuerdo algo de ti, en cada paso encuentro uno tuyo y en cada palabra la esencia de tu existencia. En las noches duermo suplicando no soñarte, aunque en las mañanas sé que estoy condenada a no olvidarte.
Esta situación me esta consumiendo lentamente porque además de todo esto que siento, sé que aunque te contara, tu ya decidiste olvidarme.

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