Le digo adiós, a lo que eres, que te
olvide y me olvides, tu cómo siempre
eres el que inicia y termina, yo la que
sede y continua
Le digo adiós, a los años de juventud
cuando te conocí, despido con tristeza
tantas horas de charla, trató de no arrepentirme
Le digo adiós, a tus chistes baratos, que
no me hacían reír, sin embargo por alguna extraña razón, me encantaba oírlos
Le digo adiós, a tus manos, que eran más
pequeñas y blancas que las mías, que
sólo pocas veces se enlazaron en el
tiempo
Le digo adiós, a tu necedad, a tus
caprichos que me hacían enojar, caprichos de
niño, en cuerpo de hombre
Le digo adiós, a los recuerdos, me
desprendo de ellos, porque así me desprendo de ti,
y si vuelves comencemos lo que nunca pudo
ser, por que creó que al final estaré dispuesta a empezar
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