Guadalupe Monserrat Ballinas Zárate.
Tal vez no es la mejor forma de llamar a aquellas personas que se dicen ser tus papas, pero creo que en el caso que le voy a contar, el término le queda a la perfección.
Según la educación que he recibido, el papel que juegan los padres son protectores amorosos, responsables, justos, amigos, aquellos con los que puedes contar siempre y que siempre buscan el bien de los hij@s.
El caso es que tengo unas vecinas, que tienen entre 18 y 15 años, que viven solas a veces, esto debido a que en algunas ocasiones y por cortos tiempos las vienen a visitar sus papás, o sólo su mamá o su papá. Y solamente es para dejarles un poco de dinero para un par de meses, y les llenan su alacena de alimentos o productos básicos. O cuando viene el padre, no se oye más que discusiones y llantos; mientras que cuando llega la madre, toda el felicidad, salidas, comida “calientita”, ropa limpia y planchada, casa bien acomodada y limpia, entre otras cosas más.
Para mí esto no es ser un padre en toda la extensión de la palabra, ya que tratan a sus hijas como si fueran un pariente lejano, que no basta más que visitarlo en algunas ocasiones.
Y creo que esto favorece a que estas jovencitas tengan la necesidad de buscar el cariño y el afecto en otras personas dentro de sus círculos de amigos o conocidos, que según las “quieren” o las “aman”. Y es muy fácil que se encuentren también con muchachos que se quieran aprovechar de esta esta emocional tan anímico.
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