Uno de los principales males que aquejan a la sociedad es la pobreza en que la mayoría de de la población está, México es en uno de los países en donde la desigualdad económica es extensa. Se puede ver a uno de los más grandes millonarios surgidos de aquí y en extremo poblaciones en las que la pobreza es igualable a la de algunas regiones marginadas de África.
Frente a un capitalismo que ha abarcado todo y se ha hecho notar más con la llegada del TLCAN hace más de 18 años, los índices de pobreza, desempleo, de delincuencia, etc., han aumentado. Todos estos factores van de la mano, el mayor asentamiento se encuentra en las comunidades marginadas de las ciudades y en las zonas rurales.
La falta de recursos para poder subsistir ha generado la violencia que con tanta frecuencia se le atribuye a estas áreas. Si bien los prejuicios sociales nos llevan estereotipar a estas zonas, no cabe duda que la pobreza en la que se vive lleve a una delincuencia en la que se tiene que luchar a diario para poder conseguir recursos para poder comer y obtener lo necesario para sobrevivir.
La educación está influenciada por un capitalismo que crea consumidores pasivos que son enseñados a seguir una educación el la que se crían para obedecer y seguir el camino que otros les han marcado.
La desigualdad que vivimos no nos deja muchas cosas que hacer, si bien las personas que tienen mayores carencias cuentan con las opciones más escazas, sigue viviendo con la “ayuda” que el gobierno les da, se van de su comunidad, obtienen recursos por medio de la delincuencia, etc., actos que no son justificables por la pobreza que se vive pero, a mi parecer se pueden entender, no sólo hablar de ellos sino seguir luchando por soluciones.
Marisela Zarate
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