domingo, 2 de junio de 2013

Educación sin dolor

Las tradiciones que se tienen en determinado lugar son parte esencial en la formación de las personas ese sitio. La forma de ver el mundo, ámbitos políticos y religiosos por decir algo. Sin embargo, la mayoría de lugares en México se ve influenciada por tradiciones que si bien son parte de su cultura, no podemos simplemente ignorar y dejarlos pasar por no intentar cambiar su “cultura”.
Los hábitos que se han arrastrado a lo largo de la historia hasta convertirse en tradiciones muchas veces no son “sanas”, al contrario atentan contra la integridad de muchas personas, las formas de educación que se han hecho notables desde hace tiempo, impidiendo así que los niños y niñas gocen de aprender de manera “formal” e “informal”.
Se ha creído que la forma de aprender debe ser reprendiendo a los niños y niñas, limitándolos en aquello que creemos deben aprender y sin duda infringiendo “reglas” que no hacen más que crear seres con miedo y con límites en su forma de pensar y actuar.
A pesar de que hoy en día se ha luchado por que la educación lleve cabo más que imponer, ayudar que las y los niños se desenvuelvan de tal forma que no se les reprima, no se les violente, y que su educación no sea “limitada”, es evidente que la manera de pensar que se tiene desde tiempo atrás no ayuda a que esto se dé.
Son muchas veces la mayoría de los padres los que arraigados a hábitos sobre cómo deben ser educados sus hijos los que piden que se les eduque con castigos físicos y por lo tanto psicológicos hacia sus hijos.
Si bien hay ciertos hábitos que hacen ser lo que son a los distintos lugares, existen muchos de ellos que son destructivos y no por llevarse a cabo desde hace varios años deben seguir así.
Marisela Zarate 

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