lunes, 3 de junio de 2013

Sobre la legalización de la marihuana en México

Ganja, cannabis, hachís, kaya, Juana, mariguana y otros más son los diferentes nombres por los que se le conoce a esta yerba tan controvertida, el cannabis sativo.
Para los Rastafaris es una yerba sagrada que los comunica con su dios, para muchos y muchas, es una droga y debe ser ilegal, para otros es una llave que te abre las puertas a la cuarta dimensión, para otros más es una medicina, medicina del alma o del cuerpo, como sea pero medicina. ¿Quién tiene la razón? ¿Los rastas? ¿Los médicos pachecos? ¿La gente común? ¿Los espiritistas? En lo personal, pienso que estas preguntas no se pueden aplicar al problema de la legalización.
¿Quién es el que debe decidir si debe ser ilegal o no? ¿Por qué lo debe decidir esa persona o grupo de personas? ¿Quién le dio el poder o el derecho a esa persona (de decidir qué debe ser legal o no)? ¿El pueblo a través de la disque democracia? ¿Dios? ¿Ellos mismos se autolegitimaron el poder de la legalización? Eso de ser legal más bien es una farsa que corresponde al ámbito de la economía.
El término Legal, quiere decir que tiene el permiso de ser comercializada. El legalizar algo, es darle permiso a las compañías de apoderarse de ese producto o mercancía.
Observemos un ejemplo ¿ustedes han consumido algo legal que no sea comercializado por una marca registrada y que no entre en la categoría de mercado negro? A ver qué día nos dice el gobierno que los tamales son ilegales (sería algo bastante estúpido de su parte, pero es algo creíble).
Aquí no aplican los fundamentos de los científicos, ni los del clero ni nada. El punto es la comercialización de la ganja, en pocas palabras, quién se va a quedar con el varo.
Me aventuraré a imaginar lo que pasaría si la marihuana se legalizara en nuestro país. Las empresas tabacaleras, al ser aprobada la legalidad de la cannabis, se apoderarían inmediatamente de ella, y convertirían, algo totalmente natural, en una mezcla de químicos y aditivos que nos consumiría centímetro a centímetro, como lo ha hecho el “tabaco” hasta hoy, o más bien, los cigarrillos. Entonces se instalaría una nueva guerra, tabacaleros contra narcos (que ya no serían narcos en ese entonces) o bien los narcos obligarían a los tabacaleros a comprarles la yerba a uno solo, y si le compran, la mercancía más barata, habría otra guerra, narcos contra narcos, y sería el mismo cuento do hoy.          


El comercio legal del cannabis, sería un negocio enorme, gigantesco. No creo que los empresarios, políticos, y demás burguesía dejen pasar esa oportunidad de enriquecerse. Políticos dueños de grandísimos comercios de marihuana, jefes policiacos tratando de controlar más comercio clandestino para sacarle más billete; el consumidor sería el único que tendría un cambio. La situación del consumidor cambiaría, recibiría marihuana legal, pero totalmente contaminada y alterada para que consuman cada vez más y más y todos se vuelvan unos mariguanos adictos y se penalice de nuevo el consumo.
¿Será buena la decisión de pedir la legalización de mariguana? ¿O la dejamos así como esta? Para mi gusto, mejor la dejamos así, no sé qué piensas tú.
Pienso que tratar con los narcos es más seguro que comprar churros adulterados.
Tal vez los dos te maten, cada uno en su situación específica, pero la marihuana adulterada seria causa de muchas más muertes de las que causa el narco ahorita.

El alcohol y el tabaco causan alrededor de 10,000 muertes directas en México (imagínense las indirectas), por fumar mota no te puedes morir, para morir de una sobredosis de pachequéz necesitarías fumarte 30 kilos, pero tal vez te quedes dormido en el primer kilo si lo intentas. Es más, la pobreza y el hambre en México, cobran más vidas que los narcos. Entonces, ¿es viable o no?.

Fernando Cruz Vicente

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