sábado, 27 de abril de 2013

¿Y NUESTROS VALORES DONDE QUEDAN?

Eran las 2:30 de la tarde. Yo iba en el autobús con rumbo a mi casa, estaba sentado en la parte de en medio mirando por la ventana; delante de mi estaban sentadas dos señoras de avanzada edad. En eso se sube un chavo de aproximadamente 15 o 17 años todo mal vestido. Con su ropa desgarrada, todo mechudo, sin afeitarse; lo primero que hacen estas dos señoras es empezar a hablar sobre él, ellas dijeron: “A ver si no es que nos asalta este joven“. Yo supongo que dijeron eso por la facha que traía el chavo. Después una de las señoras empezó a decirle a la otra mujer que a lo mejor era un drogadicto, posteriormente de esas dos conclusiones dijeron que era un chavo que vivía en la calle; debido a que se veía flaco, sucio y según ellas decían que olía feo. Sinceramente no alcance a percibir ese tan “detestable” olor del cual hablaban las señoras. Tanto fue su incomodidad que decidieron bajarse del autobús. Yo considero que la actitud que tomaron las señoras era errónea. Ya que juzgan a una persona sin saber en que situación vive exactamente, por eso es que nosotros como antropólogos debemos liberarnos de esos prejuicios que lo único que hacen es que no avancemos y sigamos en esa necedad de no querer abrir los ojos. Más adelante, por la altura de Santa Rosa. El camión se empezó a llenar de manera en que ya no había ningún asiento vacío. Además iban 6 personas de pie. En la parada de la “Colonia del maestro” se subió una señora embarazada con sus dos hijas pequeñas y cargando un morral. El chalan en lugar de ayudar a subir a la señora se pasó a la parte de en medio para cobrarle el pasaje, y por si eso fuera poco ninguna persona quiso cederle el asiento a ella o a sus hijas. Porque según se hacían los dormidos o simplemente se hacían “como que la virgen les hablaba”. Con los valores que me inculcaron mis padres en casa decidí levantarme cediéndole mi lugar a ella, otro señor al ver que me paré decidió levantarse para darle el lugar a una de sus hijas. Lo que me cuestione es: ¿En donde han quedado esos valores en los cuales nuestros padres nos decían que si iba una mujer embarazada o simplemente fuese una mujer parada le cediéramos nuestro lugar y ser respetuosos con ellas? ¿Acaso será que los padres ya no inculcan este tipo de valores en casa? No lo se y espero que este no sea el caso de ustedes. De aquellos que se hacen los dormidos para no cederles el asiento a una mujer embarazada o juzgar a alguien simplemente por su apariencia física. Miguel Ángel Galván Benítez Licenciatura en antropología en el área de arqueología

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